Montar a caballo o en globo, practicar piragüismo, vela o surf, hacer una ruta a pie
o en bicicleta... Las características geográficas de las ocho provincias andaluzas permitenLas vacaciones son, en muchos casos, sinónimo de descanso, de relax, de tumbarse a la bartola en una playa de arena fina o en una cómoda tumbona bajo la sombra de una palmera. En definitiva, sinónimo de un alto en el estresante camino del día a día. Pero no siempre es así. En ocasiones, para desentumecernos de la tensión que provoca la rutina, el cuerpo nos pide actividad, acción y movimiento. Aplicar una inyección de adrenalina y emoción puede ser la mejor vacuna para que las vacaciones se conviertan en un momento inolvidable, pero también en algo útil para continuar con la larga travesía que queda hasta la próxima parada.
Puestos a disfrutar de unas vacaciones activas, en pleno contacto con la naturaleza, Andalucía se corona como uno de los destinos perfectos dentro de la geografía española para que nuestras expectativas se cumplan al cien por cien. Razones no le faltan, pues las ocho provincias andaluzas ofrecen al visitante un amplio abanico de posibilidades. Ya sea en familia, en pareja o solos, el viajero puede practicar desde actividades acuáticas en el mar hasta esquí en lo alto de Sierra Nevada, sin pasar por el alto el senderismo, el piragüismo, el rafting o las rutas a caballo o en bicicleta. Hay opciones para todos los gustos y bolsillos.
Sierra de Grazalema
Los amantes de la naturaleza tienen una cita pendiente en la provincia de Cádiz. Lejos de las coloridas cometas que sobrevuelan Tarifa, lindando con la provincia de Málaga, aparece la delicada silueta de la Cordillera Bética más occidental. Es la sierra de Grazalema, primera Reserva de la Biosfera declarada por la Unesco en España, allá por el año 1977. En una zona de agrestes relieves, con valles de paredes verticales a las que aldeas y pobladores han sabido adaptarse desde épocas remotas, la sierra conserva la esencia de la vegetación mediterránea. Y entre ella, pequeños pueblos blancos que se encaraman con gran belleza a la roca y entre cuyas callejuelas perdura un pasado de costumbres donde las prisas y el estrés no tienen cabida.
Pero, además de una ruta por los típicos pueblos gaditanos, este rincón andaluz esconde imponentes parajes aptos para los viajeros más activos. El visitante puede conocer la riqueza del Parque a pie por numerosos itinerarios señalizados o a caballo; desde el aire, en ala delta y en parapente en Cerro Albarracín (en el municipio de El Bosque); y desde el agua, practicando el piragüismo en el hermoso embalse de Zahara-Gastor.
En estas tierras, la erosión producida por el agua ha creado cañones de gran belleza que resulta obligatorio descubrir. Es el caso de la Garganta Verde que, con 400 metros de profundidad, garantiza un magnífico descenso a quien se atreva a probar suerte. Para los que busquen algo de mayor altura resulta recomendable ascender hasta cumbres como El Torreón o El Reloj, clásicas entre montañeros, mientras que los que quieran escalar, pueden practicar en roquedos y paredes como el Peñon Grande, en Grazalema, o Cintillo, en el municipio de Benaocaz.
La costa, bañada por el Atlántico y el Mediterráneo, y el curso de numerosos ríos que salpican la geografía andaluza se lo ponen fácil a quienes quieran zambullirse en el agua. Los surfistas tienen la obligación de pisar Tarifa, meca indiscutible del surf, mientras que los que prefieran algo más tranquilo como la vela pueden encontrar opciones en los principales puertos deportivos. Los buceadores tampoco se quedan atrás, ya que localidades como Nerja, Estepona, Almuñécar o el Cabo de Gata regalan al visitante estampas submarinas de las que quitan el hipo.
también Con niños
Los más pequeños de la casa también tienen su hueco en la oferta de turismo activo de Andalucía. Lo más recomendable en estos casos es optar por actividades sin riesgo y que no supongan demasiado esfuerzo. El senderismo es la opción perfecta, ya que implica descubrir la naturaleza a nuestro ritmo. Las sendas y veredas creadas en toda la comunidad son infinitas, aunque hay algunas que destacan. Es el caso de la Ruta al Pico Torrecilla o el Puerto de los Pilones en la Sierra de las Nieves, ambas en Málaga, así como los senderos de la Sierra del Segura y el Parque de Cazorla, en Jaén.
Montar a caballo es otra de las actividades más acertadas si el viaje se realiza en familia o en pareja. Andalucía es tierra de buenos caballos y aunque la cuna de los equinos de pura raza española es la localidad de Jerez de la Frontera, en todas las provincias es posible encontrar empresas dedicadas a organizar actividades de ocio con estos animales: desde una ruta campo a través hasta un paseo por la playa, pasando por una clase de equitación o una jornada en un pony-club.
En el límite de las provincias de Granada y Málaga, el Barceló La Bobadilla, un hotel de cinco estrellas gran lujo, es un buen refugio para descansar y relajarse. Pero también para montar a caballo (cuentan con seis equinos y dos ponies), practicar tiro con arco o tiro al plato, hacer senderismo, montar en globo o conducir un quad.
Andalucía invita al viajero a robar unos días al calendario laboral y dedicarlos a poner en práctica el turismo activo. Pero para estar en forma hay que comer bien. Y eso es de lo más sencillo en cualquier rincón de la Comunidad Autónoma. Ya sea en forma de platos de cuchara, de atractivas tapas acompañadas de un vino o de sorprendentes propuestas de la nueva cocina de autor, los fogones andaluces no defraudan a los paladares más exigentes. Porque viajar a Andalucía supone, irremediablemente, viajar con los cinco sentidos.
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