Fuente:eleconomista.es
La isla de La Palma es un tesoro verde en medio del Atlántico que
atrae a numerosos aficionados al senderismo que pueden recorrer la
geografía insular y descubrir sus bellezas naturales a través de una
extensa red de caminos. Una estancia de una semana es suficiente para
adentrarse en este paraíso.
Los amantes de la
naturaleza y el senderismo tienen un auténtico paraíso en la isla de La
Palma. La denominada Isla Bonita o Isla Verde del archipiélago canario
posee, en apenas 20 kilómetros de ancho, 1.000 kilómetros de senderos
homologados de acuerdo con las normas de la Asociación Europea de Senderistas y la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada.
Independientemente
de que usted sea un amante de la naturaleza o forme parte de un grupo
de senderismo guiado, le apasione escalar barrancos o simplemente desee
un contacto más directo con la naturaleza, La Palma cuenta con rutas de
senderismo para todos los niveles. Podrá recorrer espacios de belleza
incomparables como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente o la
naturaleza en su estado más puro en el bosque de Los Tilos, ubicado al
norte de La Palma y que ha sido declarado Reserva Mundial de Biosfera por la UNESCO.

El Cabildo insular se ha propuesto, desde hace años, promocionar la
Isla como destino para turistas amantes de la naturaleza, pues la isla
se presenta como un lugar ideal para llevar a cabo todo tipo de
actividades y de ocio al aire libre. El senderismo permite acercar la persona al medio natural y
al conocimiento del entorno a través de los elementos patrimoniales y
etnográficos. Constituye una simbiosis entre deporte, cultura y
medioambiente. Por este motivo, la Institución insular organiza multitud
de encuentros y competiciones internacionales en la que los senderos y
la naturaleza insular cobran protagonismo. Cada mes de agosto, tiene
lugar un Festival de Senderismo y Montaña que en la edición de 2011
reunió en la Isla a más de 800 aficionados a esta modalidad deportiva
venidos desde distintos puntos de Europa. Igualmente, en el mes de mayo
se celebra la Transvulcania, una ultramaratón no apta para todos los
públicos, que recorre gran parte de la geografía insular en una
modalidad eco-deportiva cada vez con más adeptos.
El Cabildo de La Palma y el Gobierno de Canarias han reconocido la
importancia de esta actividad como medio de acercamiento al patrimonio y
riqueza natural de la isla tanto de la población local como de la
visitante. Por este motivo, se han rehabilitado, señalizado y ordenado
la amplia oferta de senderos de toda la Isla.
Pero, ¿cómo un espacio tan limitado como La Palma ha llegado a tener la red de senderos más avanzada de Canarias?
Para conocer su origen debemos remontarnos unos cuantos siglos atrás,
antes de la conquista de las Islas Canarias por los castellanos.
Los
benahoritas, habitantes prehispánicos de La Palma, era un pueblo nómada
dedicado a la ganadería y que se veía obligado a trasladarse
constantemente en busca de agua y alimentos para ellos y sus rebaños.
Los caminos trazados por estos aborígenes fueron utilizados en épocas
posteriores por los palmeros ante la ausencia de infraestructuras
viarias y hoy en día, han sido habilitados para la práctica del
senderismo a lo largo y ancho de la isla.

Hoy, la red cuenta con una amplia variedad de senderos para todos los
niveles, caminos perfectamente señalizados y acondicionados para esta
práctica.
Los senderos se clasifican en tres grandes
tipos, gran recorrido, pequeño recorrido y senderos locales, en función
de la duración y distancia que se tarde en recorrer el camino.

El
Camino Real de la Costa (GR-130) y la denominada Ruta del Bastón
(GR-131) son los grandes trayectos de la isla. Ambos consumen más de una
jornada y demandan una preparación física adecuada. El primero es un
sendero basado en los antiguos caminos de comunicación entre poblados
que con sus 200 kilómetros de longitud recorre toda la isla de manera
circular en seis etapas.

La GR-131 o Ruta del Bastón nace de la unión de dos grandes rutas montañeras de La Palma: La Ruta de los Volcanes
y el recorrido integral de la Crestería que permite unir, en tres
jornadas, el Faro de Fuencaliente en el sur de la isla y el Puerto de
Tazacorte en el este, recorriendo la cresta dorsal de la Isla, en un
sendero que en su mayor parte se desarrolla por encima de los 2.000
metros.
En la categoría de pequeño recorrido se encuentran algunas de las
rutas más conocidas de la isla como la Ruta de los Puertos o los
nacientes de Marcos y Cordero, de duración y dificultad variable, aunque
todas se pueden realizar en menos de un día. Esta clasificación incluye hasta 19 rutas diferentes, a través de las cuales, los senderistas podrán perderse y descubrir rincones sorprendentes.
Los
senderos más pequeños de la Red, menos de 10 kilómetros de longitud,
suman casi 40 rutas que en la inmensa mayoría son aptas para toda la
familia.

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